Estas cosas se recuerdan con risa pero con mucha gratitud.
No hay una persona en el mundo que te entienda mejor que tu mamá. En sus palabras, incluso cuando te regaña, se oculta la auténtica sabiduría de la vida. Tales lecciones son difíciles de olvidar, especialmente si tienes buen sentido del humor.
- Mi mamá me enseñó a respetar la labor ajena: «Si piensas pelear con tu amigo, ve afuera, acabo de lavar el piso».
- Mi mamá me enseñó a creer en Dios: «¡Reza para que se le quite la mugre a la camisa blanca que ensuciaste!»
- Mi mamá me enseñó a pensar lógicamente: «¡Porque yo digo, por eso!»
- Mi mamá me enseñó a pensar en las consecuencias: «Si te caes por la ventana ahora, ¡no me acompañarás a la tienda!»
- Mi mamá me explicó la causa y efecto: «Si no dejas de llorar, te quitaré tu juguete favorito».
- Mi mamá me enseñó a superar lo imposible: «¡Cierra la boca y come!»
- Mi mamá me enseñó a ser resistente: «¡No te levantarás de la mesa hasta que te lo comas todo!»
- Mi mamá me enseñó a mirar al futuro con valentía: «¡Ya hablaremos de esto en casa!»
- Mi mamá me enseñó las bases de la automedicación: «¡Si no dejas de mirar de reojo, quedarás bizco de por vida!»
- Mi mamá me enseñó a ser flexible: «¡Mira lo sucio que está tu cuello!»
- Mi mamá me enseñó a ser psíquico: «¡Ponte un suéter, sé que tienes frío!»
- Mi mamá me enseñó a ser adulto: «Si no comes verduras, jamás crecerás»
- Mi mamá me enseñó las bases de la genética: «¡Eso lo heredaste de tu padre!»
- Mi mamá me explicó cómo debo comportarme: «¡Deja de comportarte como tu padre!»
- Mi mamá me enseñó a creer en lo imposible: «Sé qué es lo que pasa por tu mente».
- Mi mamá me enseñó a ver el lado positivo de todo: «¡Tu cuarto está hecho un desastre, qué bueno, organízalo ya!»
- Mi mamá me explicó de dónde proviene la sabiduría: «¡Vive los años que tengo y luego opina!»
- Mi mamá me enseñó a «bromear»: «Cuando te lastimes los pies con el cortacésped, ¡no me busques para que te consuele!»
- Mi mamá me enseñó a vivir en la realidad: «¡Ya te lo he dicho mil veces: deja de exagerar!»
- Mi mamá me enseñó a no envidiar: «¡En el mundo hay millones de niños que no tienen padres tan buenos como los tuyos!»