Écija 10 de mayo de 2021
Queridos alumnos (mis niños y niñas):
Ha llegado el momento de despedirse, de decir “hasta luego”.
Mi trabajo ha terminado en el
cole, ya se acabó la lección. Seguiré siendo para siempre la maestra que os ha intentado guiar,
seguiré siendo maestra lo que me quede de vida. Les he demostrado cuanto los
quiero y que os llevaré siempre en mi corazón. Llegó el momento de la
jubilación, otra etapa de la vida, de júbilo y aprendizaje.
Sé que por vuestra edad quizás el sentido de esta carta sea algo difícil de entender. Pero podéis guardarla, conservarla y releerla en el futuro. Espero que os sirva de ayuda. Nuestros caminos se separan ahora. Aunque nunca se sabe cuándo se reencontrarán.
Ha sido un curso complicado. En un abrir y cerrar de ojos el mundo ha cambiado por completo y no lo conocemos. Los abrazos, los besos…un montón de cosas, por prudencia, no las podemos hacer, o no de la misma forma. Y, sin embargo, dentro de tanta incertidumbre, podemos aprender y mirar las partes bellas de la vida. Las personas somos frágiles y únicamente tenemos fuerza si estamos unidas.
Quiero daros las gracias por tanto como me
llevo y también pediros perdón, si alguna vez no he estado ahí cuando me
necesitabais. Os aseguro que siempre intenté hacer lo mejor para vosotros.
He disfrutado un montón durante todos estos
años de mi vida profesional, a veces nos hemos enfadado…pero siempre intentado
sacar lo mejor de vosotros, es mejor quedarse con lo bueno, ¿verdad? Y también
hemos pasado muy buenos ratos aprendiendo, riéndonos y mejorando como personas.
Ojalá hayáis aprendido mucho, ojalá os haya dado buenos consejos y ojalá
alcancéis en la vida todas aquellas metas que os propongáis. Trabajad duro, sed
valientes, perseguid vuestros sueños, pensad por vosotros
mismos, porque si no, otros lo harán. Sed buenos, respetad a vuestros
padres, a los profes y a los compañeros… Poned el máximo de ilusión en todo
aquello que emprendáis y, sobre todo, empezad cada día con una sonrisa.
Os dije muchas veces que lo que uno consigue con esfuerzo sabe mejor. No dudéis, cuando haya dificultades coged más fuerza y seguid adelante. Al final, siempre, siempre, aparece la luz.
Dicen que no se olvida el primer
año que das clase, a los primeros alumnos, a todo el alumnado y el último año
de trabajo. Ese donde deseas que llegue y al mismo tiempo niegas, porque
piensas que tu lugar está en la escuela y aún tienes mucho por dar. Pero
también piensas que continuarás dando, de otra forma y desde otro lugar.
Os llevaré siempre allí donde vaya, os voy a echar de
menos y un trocito de mi corazón os pertenecerá siempre. Quiero que
sepáis que ha sido un verdadero placer y un honor haber trabajado en este Colegio
durante tantos años, donde tanto he vivido, he aprendido y espero haber estado a la
altura.
Continuad trabajando como sabéis,
leed ese libro favorito en vuestro lugar preferido, disfrutad con vuestra
mascota (si la tenéis), escuchad música que no conocéis, pasad tiempo con la
familia, explorad la naturaleza y lugares que os sorprendan, cuidad el medio
ambiente. Sois el futuro que puede cambiar el mundo y sea más justo. ¿Quién si
no? Apreciad una obra de arte, practicad deporte, empatizar con quien es diferente, sed
personas que escuchan y defienden la verdad. Respetaros a vosotros y a los demás.
Siento deciros que os vais a
enfadar muchas veces. Espero que aprendáis que hablando solucionaréis todo.
Os aseguro que nunca es demasiado
tarde para ser quien queráis ser. Espero que fijéis vuestras propias metas, que
os sintáis orgullosos de vuestra vida. Y si no es así, que tengáis la fortaleza
para empezar de nuevo. De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa. Sacad
siempre la positiva.
Comprenderéis que en la vida hay
tres tipos de personas: los que nunca se mueven, los que piensan que deberían
moverse y los que se mueven. Espero que pertenezcáis al último grupo. Haced que
las cosas pasen. Que vuestra curiosidad no desaparezca. Inventad. Cread.
Apasionaros.
El tiempo vuela. Los adultos
siempre queremos volver a nuestra infancia. Así que aprovechadla y nunca
olvidéis al niño-a que lleváis dentro cuando vayáis creciendo.
Aprenderéis que la vida no es tan
complicada y que lo mejor está en las pequeñas cosas. Haz lo que te haga sentir
bien, siempre que no perjudiquéis a otras personas y a vuestro entorno.
He intentado daros lo mejor de mí.
Todo el alumnado que ha pasado por mis manos me habéis hecho sentir genial ¡Ha
sido un regusto! Habéis formado parte de mi vida. Y sólo deseo y espero que
sigamos abriendo un surco donde la semilla del recuerdo siga teniendo vida. Y
que la semilla de la seño siga en vosotros.
Y ahora, ¡volad! ¡Volad alto! Y
que yo os vea como personas responsables y por lo tanto libres.
Muchos
besitos y achuchones con todo el amor, de
vuestra seño que os quiere y estima. Sabed que si me
necesitáis yo siempre voy a estar.
Con
cariño
La seño Loles
Permitidme
terminar compartiendo con vosotros una poesía de Gabriel Celaya:
Educar es lo mismo que poner motor a una barca:
Hay que medir, pesar, equilibrar…
Y poner todo en marcha.
Pero para eso, uno tiene que llevar en el alma:
Un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío:
Llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes.
Hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca.
En barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.
Gracias por
todo lo que me habéis enseñado, gracias por estar a mi lado.
HASTA LUEGO
NO OLVIDÉIS
QUE OS QUIERO
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