En ocasiones…veo maestros dar clase
Ya saben que hace años que trabajo en la escuela como orientador y que mantengo contacto con bastantes maestras y maestros. Sin negar que conozco una parcela pequeña, creo que me puedo atrever a generalizar, aun con el riesgo que eso conlleva. Desde hace algo más de cinco años, estoy observando una realidad entre los maestros y maestras que hoy les quiero comentar.
Está creciendo cada vez más el número de tareas que se encomienda a los maestros y maestras que además, muy poco o nada tiene que ver con sus “competencias” profesionales o más sencillamente, con la función que tienen que es la de enseñar y educar. A eso se le une la presencia de actividades que interrumpen el normal desarrollo de las clases y que solo forzando mucho la situación, se puede decir que ayudan a desarrollar el curriculum. El problema es que esas tareas y actividades están creciendo de tal manera, que dar clase, enseñar, está empezando a ser la excepción. Es posible que muchos pensarán que exagero… es posible, pero es como yo veo la realidad. Ahora les cuento.
EL PROGRAMA DE GESTIÓN
Lo primero que tienen que hacer es dominar el programa informático de gestión de su comunidad autónoma, donde se introducen faltas de asistencia, calificaciones, avisos a los padres… el famoso Séneca de Andalucía, Delphos de Castilla-La Mancha y demás. Si además el maestro o maestra trabaja en un colegio concertado, muchos de ellos tienen su propio programa de gestión. Algunas de esas tareas se hacen en clase, aunque la mayoría se realizan en casa, presuponiendo que todo el mundo tiene ordenador en el hogar y línea ADSL.
ACTAS Y DEMÁS BUROCRACIA
1. Actas de reuniones
“El papeleo” ha invadido hace años a la Escuela. Hay que invertir tiempo en redactar las actas de las reuniones de Ciclo, interciclo, CCP, de entrevistas con padres, con alumnos… buscar a los implicados para que firmen, volverla a repetir porque no está bien redactada. Cada vez hay que hacer más actas y de más cosas… algún mal pensado ya no va a las comidas de Navidad o fin de curso… por si luego hay que hacer un acta de lo acaecido… todo se andará.
Si además te toca alguien que institucionaliza sus manías y quiere que las hagas en determinado tipo de letra, con el famoso marquito alrededor de la hoja que siempre se descuadra, la cosa se complica.
En algunos centros las actas se han convertido en la máxima prioridad y se refuerza o castiga su elaboración. Los centros de profesores y otras entidades formativas deberían ir incorporando en sus propuestas formativas cursos, seminarios y por qué no, algún Máster, en redacción de actas, contando entre sus ponentes, eso sí, con los notarios más prestigiosos del panorama nacional, no nos traigan a cualquiera que la exigencia es mucha. Pensarán que exagero… ¿verdad?
2. Otros documentos
A las actas hay que añadir otros documentos como el listado que cada institución, organismo o asesor de turno solicita, preguntando una cosa diferente cada vez y algunas cosas que no sabes interpretar: me refiero a las listas de ACNEES, de ACNEAE, con Dictamen, sin Dictamen, de inmigrantes, con padres separados, con padres sin separar, de los alumnos diestros, zurdos, lateralidad no definida, que la casilla 690 de la declaración de la renta del año pasado supere determinada cantidad… todo ello distinguiendo entre alumnos y alumnas.
Estas peticiones se suelen hacer varias veces a lo largo del curso. Con lo cual también propongo a los centros de profesores y otros organismos que incorporen propuestas de formación, cursos, seminarios y Máster, sobre estadística, sociología, trabajo social, inmigración, terapia familiar, contabilidad fiscal, porque los maestros tienen que hacer estadísticas, hacer de trabajadores sociales y de inspectores de hacienda.
3. La evaluación psicopedagógica
Algunos orientadores y orientadoras aportan su granito de arena a esta situación. Si un tutor demanda una evaluación se enfrenta a unos completísimos cuestionarios donde se pregunta de todo. He visto alguno de esos cuestionarios y se pregunta lo mismo al derecho, al revés, cuestiones que no solo son difíciles de responder, sino que además no sé qué relevancia pueden tener para la evaluación. Parece que se entregan para que el tutor se lo piense dos veces la próxima vez que se le ocurra solicitar una evaluación.
4. Autorizaciones
Otros papeles que tienen que gestionar son, las autorizaciones para las fotos de la página web del cole, las autorizaciones para la salida al museo de la ciudad, la carta para informar de la próxima charla, de la subida de la cuota del AMPA, de los que tienen intolerancia con algún alimento o de las actividades extraescolares.
Cuando hay campaña de recogida de documentos (que rara es la semana que no hay varias oleadas de papeles de este tipo) es imposible dar clase la primera hora, porque la primera hora es para recoger papeles y tachar en cada lista el que ha entregado su papel. Las teorías neuropsicológicas de aprovechar las primeras horas por el alto rendimiento cognitivo no importan: lo primero es lo primero.
RECOGIDA DE IMPUESTOS
Ahí no acaba la cosa. También hay que ser un experto tesorero, porque los maestros y maestras tienen que recoger el euro para la campaña de “esto”, los 3 euros para la excursión, el dinero de las papeletas de la rifa que organiza el AMPA o los alumnos de 6º curso, o los dos juntos; los 2 euros para el regalo del día de la madre, los tapones de plástico, los brick de leche “no pasteurizada” y mal oliente…
Hay maestros a los que además se les complica la cosa porque hacen de entidades de crédito y montes de piedad cuando la cantidad es mayor: si hay que pagar 30 euros para una excursión de envergadura, tienen que gestionar el pago a plazos de alguna familia que “lo paga poquito a poco”. ¿Piensan que exagero, verdad?
Así que ves que los profes llevan varios tarros donde van echando las monedas según cada cuenta y sus listas para tachar… Cuando hay recogida de autorizaciones y recaudación de “impuestos”, y hablamos de niños pequeños, de Infantil, por ejemplo, esa mañana hasta el recreo no se puede dar clase. Las teorías neuropsicológicas sobre el rendimiento “son pamplinas”.
LAS CELEBRACIONES
Sin con eso no había poco viene el turno a las celebraciones: el día de la paz, el medio ambiente, la seguridad vial, Halloween, el día del padre, de la madre, de la familia, el día del árbol, el día de la tierra, la Navidad, el fin de curso, la graduación…
Todas esas celebraciones implican disfraces, reuniones con padres a primera hora, ensayos, hacer fichas, colocar las fichas, decoración, murales, las fotos…
Como las primeras horas eran para recoger autorizaciones y recoger los impuestos, esto queda para después del recreo. ¿Las clases? No importa, lo primero es lo primero… aunque no falta quien defiende las actividades porque son básicas para aprender.
OTRAS ACTUACIONES
Por último, quedan todas esas actividades como los Cuenta cuentos, concursos de dibujo y redacción que organizan diferentes instituciones, marcas comerciales… también están las miniolimpiadas, las superolimpiadas, el desayuno saludable, la fruta saludable, el simulacro de catástrofe, las técnicas de reanimación, la evaluación de diagnóstico, el entrenamiento de la evaluación de diagnóstico, la visita de Don Usted o la visita de Doña Usted, que hay que preparar para que el Don o la Doña vea qué bien funciona ese colegio.
Existes otras actividades y tareas, pero como el narrador del Quijote… hoy no me quiero acordar de ellas.
CONCLUSIÓN
Pensarán que exagero, pero hay colegios y hay clases, donde es raro encontrar, no solo una semana donde se dé clase con normalidad, sino que se está llegando al punto, donde la excepción en una mañana, es cumplir el horario establecido.
Las facultades de Educación tendrían que replantear su formación y adaptarse a las “necesidades del mercado”.
Y ahora hablo como pedagogo: es de sentido común. Lo sabemos los que trabajamos en la enseñanza: que los niños necesitan rutinas y marcar un ritmo con una velocidad de crucero. De esa forma es imposible que los niños se centren, es muy difícil que los niños APRENDAN. Después hay problemas de conducta, de atención, de hiperactividad, de aprendizaje…
Así que si ves a un maestro o maestra que consigue dar clase… cuéntamelo.
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